Carolina Dell´Oro

Construyendo capital humano: ¿sólo seis meses?

Hoy es posible afirmar que la modernidad ha terminado no sólo en la academia, la cultura y la política, sino que también en la empresa. 


Por: Carolina Dell´Oro | Publicado: Viernes 11 de marzo de 2011 a las 05:00 hrs.
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Carolina Dell´Oro

Hoy es posible afirmar que la modernidad ha terminado no sólo en la academia, la cultura y la política, sino que también en la empresa. 


Somos testigos del paso del racionalismo y tecnicismo a una mirada sistémica e integradora. La empresa actual es la empresa posmoderna que tiene un denominador común que es la persona, la que tiene primacía sobre todos los demás activos.

Tradicionalmente el objetivo de la empresa ha sido maximizar el beneficio, buscando garantizar la sustentabilidad económica. Sin embargo, hoy la sustentabilidad de una organización, es decir su posibilidad de perdurar exitosamente a través del tiempo, se asienta no sólo en los aspectos económicos, sino que de igual forma depende de la sustentabilidad humana: la permanencia, con satisfacción, del conjunto de personas que, con diferentes roles y tareas, contribuyen activamente al logro del objetivo de la organización. Ya que son el convencimiento y empuje de las personas los que finalmente permiten llevar adelante los proyectos. 
Si estamos hoy ante la certeza casi absoluta de que son las personas, aportando su creatividad y capacidad de innovar, las que van a lograr dar el salto al desarrollo de las organizaciones y los países ¿cómo crear las condiciones para que este capital humano no sólo exista, sino que sea capaz de hacer un aporte significativo en cada uno de los espacios en que se desenvuelve? 
Es aquí donde me parece tremendamente significativo ahondar en el verdadero y profundo sentido que tiene el aporte de capital humano femenino en las organizaciones. Este no sólo es un tema de derecho de las mujeres, a trabajar, crecer y realizarse, sino una necesidad de las sociedades posmodernas de tener una mirada de 360º que complemente la especificidad masculina con la femenina.

Esta mirada integral requiere ser formada y desarrollada en las futuras generaciones desde la primera infancia, en una labor conjunta entre padres y madres. Desde esta perspectiva, el tema del post natal no sólo es un tema de las mujeres, sino que de una sociedad que se proyecta al futuro y los nuevos desafíos. Sin embargo, me parece que está ausente de esta discusión otro tema clave que es el de la flexibilidad laboral, para permitir una presencia protagónica de los padres en la formación de sus propios hijos, ya que ciertamente los primeros meses de vida son claves, pero la formación de una persona integral, capaz de responder a los desafíos cambiantes que enfrentará en su vida, es una tarea continua, que requiere mucho más que seis meses.

Cuando buscamos políticas públicas que han de responder a las necesidades y urgencias de las personas que conforman nuestro país, creo que es bueno escuchar el clamor por una mayor flexibilidad que nos permita acompañar de mejor modo a nuestros hijos en el largo viaje de su formación como personas. Entonces en este momento haremos la gran revolución de política pública entorno al capital humano.

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